Nuestra compañera Victoria Donda, referente de Identidad y titular del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi), fue víctima de amenazas y mensajes de odio por parte de Jonathan Morel, líder del violento espacio de Revolución Federal que ya tiene otras denuncias ante la justicia por demostraciones similares.

El mensaje que Morel le da a Victoria y que quedó registrado durante la manifestación del 25 de agosto en la puerta de la residencia presidencial de Olivos, es claramente amenazante y con un doloroso contenido de odio: “Donda vas a tener el mismo destino que tus viejos, hija de puta. Le vas a ir a tocar timbre a San Pedro, Donda, la concha tuya”.

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Ante esta situación en que este personaje nefasto, siente el poder y libertad de amenazar la integridad física, emocional y espiritual de una persona, sostenido por el argumento de opinar distinto, y no compartir ideas, es preocupante y nos obliga a reformular algunas consideraciones.

Y la pregunta que nos interpela a todes, principalmente a quienes tenemos la responsabilidad de la militancia es: ¿Qué hacer ante estas cada vez más repetidas y profundas manifestaciones de aniquilación, malestar, odio, destrucción y deshumanización del otro?

Nosotres tenemos la disciplina, tal como nos marcó Cristina, de ir hacia un diálogo que nos permita fortalecer las bases para la construcción de una nueva argentina con justicia social, principalmente. Pero, también aceptamos que el diálogo es con quienes creen en los derechos humanos, en la vida y el respeto ante el que piensa diferente.

No hay enemigos en política, hay adversaries con los cuales se puede llevar adelante el ejercicio del diálogo, el debate de ideas y el aporte para una Patria más justa, libre y soberana.

Pero con les intolerantes, con quienes se comunican sólo desde la violencia y son fascistas, con esas personas no se puede dialogar y el único camino que nos dejan es el de llevarles a la justicia y que desde allí den explicaciones de sus actos de terror.  Esas personas son enemigas de la Democracia y sus instituciones, y por lo tanto debemos responder con las instituciones de la Democracia.

Es por eso, que desde Identidad abrazamos a Viky y nos organizamos para acompañarla y cuidarla, porque con nosotros, ¡nosotras y nosotres les fascistas NO PASARAN!